Amuleto mural bereber con henna

Puedes pedir tu amuleto bereber en un tamaño mayor, con grabados personalizados o una tonalidad más intensa de henna. Nuestro taller también crea series coordinadas para proyectos decorativos o espacios de bienestar. Cada escultura se talla a mano en cedro marroquí y se tiñe con henna vegetal, un pigmento ancestral que da color y sentido espiritual. Las variaciones de tono reflejan la autenticidad del trabajo artesanal, haciendo de cada amuleto una pieza única e irrepetible.

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En la tradición marroquí, la henna simboliza la protección y la buena energía. Su color cálido, unido a los grabados geométricos amazighes, convierte este amuleto en un objeto de equilibrio y belleza. Colgado en la pared, aporta serenidad y un toque de espiritualidad artesanal, creando una conexión entre naturaleza, cultura y hogar.

Cada pieza se elabora en el taller del Maestro Hajel, en Marrakech. El proceso es completamente manual: tallado, teñido y acabado sin utilizar máquinas. La henna se aplica a mano, se deja penetrar en la madera y luego se pule suavemente para resaltar las vetas y los relieves. Con el tiempo, el color se vuelve más profundo, revelando una pátina natural que enriquece la textura del cedro.

Ubicado en un salón, pasillo o rincón luminoso, el amuleto bereber se integra fácilmente en cualquier estilo de decoración: moderna, bohemia o tradicional. Su tonalidad rojiza cambia con la luz, proyectando reflejos que transforman el espacio con calidez y autenticidad. Cada obra vibra con la huella del artesano que la creó.

Más que un adorno, este amuleto mural es un símbolo vivo del arte marroquí. Fusiona espiritualidad, historia y diseño, ofreciendo una pieza que protege y embellece al mismo tiempo. Su valor reside en la imperfección perfecta del trabajo hecho a mano, donde cada marca cuenta una historia ancestral.

• ¿Incluye gancho para colgar?
  Sí, viene con un gancho metálico integrado.

• ¿Varía el color?
  Sí, el tono de la henna cambia ligeramente según la madera.

• ¿Cómo mantenerlo?
  Límpialo con un paño seco y aplica cera natural ocasionalmente para conservar el brillo.