Oficio: Tejido & Tejedor

El tejido forma parte esencial de la identidad marroquí y amazigh desde hace miles de años. Cada región —del Medio Atlas al Valle del Haouz— posee sus propios patrones, técnicas y gamas cromáticas. Las alfombras se utilizaban como mantas, dotes matrimoniales, elementos protectores o expresiones simbólicas de la vida familiar. Los motivos suelen representar la naturaleza, la espiritualidad y la feminidad. Esta tradición se transmite de madres a hijas y preserva un lenguaje cultural único. Tener una alfombra tejida a mano es apoyar este patrimonio vivo y llevar a casa una obra artesanal irrepetible.

El proceso comienza con el lavado, cardado e hilado de la lana, seguido del teñido natural con plantas y minerales. La artesana prepara el telar tensando hilos verticales que formarán la estructura de la pieza. Fila a fila, se tejen o anudan hilos de colores para crear los motivos. El peine, la lanzadera y las herramientas de compactación aseguran resistencia y precisión. Como cada centímetro se realiza a mano, las variaciones de textura y diseño son señales auténticas del trabajo artesanal. Esta lentitud deliberada crea textiles duraderos, profundos y llenos de alma.

La lana marroquí es apreciada por su fortaleza, suavidad y capacidad para absorber tintes naturales. Las artesanas utilizan pigmentos provenientes de henna, azafrán, granada, índigo y arcillas minerales. Estos tonos naturales aportan un carácter cálido y atemporal que combina fácilmente con interiores modernos. Según la técnica, la textura puede ser afelpada, plana, ribeteada o ligeramente anudada. Las irregularidades del hilo y el secado al sol confieren profundidad y autenticidad, características imposibles de reproducir mediante procesos industriales.

Las alfombras marroquíes tejidas a mano están hechas para perdurar. Sacúdelas regularmente o pásales una aspiradora suave para eliminar el polvo. Gíralas de vez en cuando para mantener un desgaste uniforme y limpia pequeñas manchas con agua y jabón neutro. Evita productos agresivos o vapor intenso que puedan dañar la lana. Para una limpieza profunda, acude a un profesional especializado. Con los cuidados adecuados, la alfombra se volverá más suave y adquirirá una pátina natural que realza su belleza artesanal.