Brillo de oficios antiguos

Brillo de oficios antiguos define la región de Marrakech-Safi, donde Marrakech, Essaouira y Safi preservan oficios emblemáticos: metal martillado, cuero, marquetería de tuya y cerámica esmaltada. Cada pieza refleja memoria, luz y un saber hacer vivo que dialoga con los interiores contemporáneos.

Las Tiendas

Contenido desplegable

Tierra & Tradiciones

La región Marrakech–Essaouira–Safi reúne algunas de las tradiciones artesanales más emblemáticas de Marruecos. En Marrakech, la medina alberga zocos dedicados al metal martillado, la marroquinería, la talla de madera, la cerámica y los tejidos. La dinandería — el arte del metal trabajado a mano en latón o aleación plata-estaño — se practica en pequeños talleres donde cada pieza se martilla, perfora y pule manualmente. La talla de madera, especialmente en cedro y tuya, sigue patrones amazigh y motivos andalusíes.

En la costa, Essaouira es famosa por su marquetería de madera de tuya, una técnica minuciosa que combina limonero, ébano y nácar para crear diseños detallados. La ciudad también es conocida por su ambiente artístico y por sus artesanos ebanistas y luthiers.

Más al sur, Safi es uno de los grandes centros históricos de la cerámica marroquí. La “Colina de los Alfareros” agrupa talleres que trabajan con arcilla según métodos ancestrales. Sus cerámicas azules de cobalto son reconocidas internacionalmente por su color profundo y sus motivos refinados.

Estas tres ciudades forman un corredor cultural donde el artesanado no es un simple oficio, sino una expresión viva de identidad y tradición.

Artesanía y Artesanos

En toda la región, los oficios se transmiten en cooperativas, talleres familiares y gremios tradicionales. En Marrakech, los maestros del metal, la madera y el cuero enseñan sus técnicas directamente a los aprendices. En Essaouira, los marqueteros trabajan con herramientas finas para crear piezas únicas. En Safi, los alfareros moldean la arcilla en tornos tradicionales y cuecen sus piezas en hornos situados en la colina. Apoyar este artesanado es proteger comunidades cuyo saber forma parte del patrimonio cultural inmaterial de Marruecos. Cada pieza lleva la huella del artesano y de su paciencia.