Entre las mesetas del Medio Atlas y los llanos agrícolas, la región de Béni Mellal-Khénifra encarna plenamente “El soplo de tierras libres.” Este territorio diverso combina montañas, cascadas, bosques y valles fértiles con un patrimonio artesanal profundamente arraigado. En Demnate, la alfarería tradicional da forma a piezas de barro rojo y arcilla natural, modeladas y cocidas según técnicas transmitidas durante siglos. En Boujaâd, el tejido de alfombras planas y textiles coloridos es una tradición viva mantenida por cooperativas femeninas, donde cada motivo geométrico representa historias familiares, símbolos protectores y memoria amazigh.
Al avanzar hacia el norte, artesanos de lana, fibras vegetales y madera tallada perpetúan oficios que siguen ligados a la vida rural. Los mercados semanales y los souks locales son espacios esenciales donde se comparten herramientas, materias primas y saberes ancestrales. Béni Mellal-Khénifra no solo destaca por sus paisajes, sino también por un artesanado que sigue siendo un lazo social y cultural. Recorrer la región es descubrir talleres familiares, telares que llevan décadas en uso y manos que transforman la naturaleza en objetos llenos de identidad. Aquí, la artesanía no es un recuerdo turístico: es una expresión viva del alma rural marroquí.
