Colgador de llaves gato metal

530.00 MAD

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Este colgador de llaves con forma de gato está fabricado a mano en un taller metalúrgico de Marrakech. Elaborado en acero galvanizado anticorrosión, presenta una silueta felina elegante sostenida sobre tres ganchos de latón pensados para organizar llaves y pequeños accesorios. Disponible en tres tamaños —pequeño 12 × 12 cm, mediano 17 × 17 cm y grande 24 × 24 cm— combina decoración y funcionalidad en la entrada o el pasillo. Cada pieza se produce sin molde industrial, con acabados a elegir: acero bruto martillado, pintura de color o negro mate.

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Pedido a Medida

Si necesitas un colgador adaptado a tu espacio, el taller puede ajustar tamaño, orientación y acabado según tu estilo. El metal galvanizado se puede dejar en crudo, pintar en un color vivo o trabajar en negro mate, siempre con cortes limpios y ganchos de latón bien fijados. No se aplica ningún coste adicional por elegir un color distinto o una variación especial. Cada pieza se fabrica una a una, garantizando precisión, durabilidad y un resultado totalmente artesanal.

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Más Información

El colgador de llaves gato galvanizado es un accesorio práctico que encarna el trabajo detallado de la metalurgia marroquí. El acero galvanizado se elige por su resistencia a la humedad, ideal para entradas, cocinas o pasillos. El artesano comienza trazando la silueta del gato sobre una lámina de metal, recortando cada curva de forma manual para obtener un contorno preciso. Las patas, el lomo y la cola se perfilan con limado fino, evitando bordes ásperos. Después, los ganchos de latón se montan uno a uno y se pulen, garantizando un uso cómodo en el día a día.

El diseño está inspirado en los gatos ágiles que recorren las calles de Marrakech. Su postura elegante permite que la pieza destaque sin recargar la pared. Ya sea junto a la puerta principal, en un pasillo o cerca de un perchero, se integra con facilidad en estilos escandinavos, modernos, rústicos o minimalistas. El acabado galvanizado aporta un toque industrial, mientras que el negro mate ofrece una presencia más sobria y los colores pintados añaden un aire decorativo más alegre.

Cada colgador se elabora individualmente, por lo que pueden aparecer pequeñas variaciones en textura o tono, signo natural de una fabricación artesanal auténtica. A diferencia de las piezas producidas de forma industrial, este proceso conserva la huella del trabajo manual. Con el tiempo, el metal desarrolla una pátina suave que realza su carácter. Su peso ligero facilita la instalación con dos tornillos adecuados para tu pared. También es un regalo original para amantes de los gatos, nuevas viviendas o quienes buscan un detalle funcional con valor artesanal.